Me quiere pero no está enamorado de mi

Agradezco a Jelissa porque su inquietud me motivó a escribir este post. La pregunta la hizo en el post: “La diferencia entre querer, amar y estar enamorados”. Gracias por compartir tu experiencia. Lo que nos cuentas es más común de lo que te imaginas, en terapia es algo que suelen plantearme como un problema, lo cual no necesariamente es así, más bien diría que es un síntoma de madurez. Ahora bien, no voy a decirte qué hacer, sino que expondré algunas ideas y tú decides luego si te ayudan a ver la situación desde nuevos y útiles puntos de vista. La decisión luego vendrá a ti desde tu voz interior, como en este caso se trata de una relación y pareciera que ustedes mantienen una buena comunicación, tal vez podrías invitar a tu pareja a que también experimente el ver las cosas desde diferentes puntos de vista.

Qué se requiere en las relaciones de pareja

Comunicación

En cualquier relación humana, lo primordial es la comunicación, y ustedes como dije antes, parecen tener elementos positivos que les permiten comunicar sus ideas y sus sentimientos, eso es algo valioso y un punto importante a favor en la relación, quiere decir que confían el uno en el otro y que son capaces de abrir sus mentes y sus corazones. Sin embargo, esto no es suficiente, deben asegurarse además que lo que entienden por amar, querer y enamorarse sea lo mismo, y cualquier otro término que consideren importante como consideración, respeto, etc. Si hay algo que crea ruido en la comunicación es creer que estamos empleando los mismos símbolos, las mismas palabras, para señalas a las cosas, cuando no es así. Te explico, si encontraras a una persona que hablara Urdu o Tagalo, asumiendo que no hables esos idiomas, y necesitaran comunicarse, recurrirían a señas, dibujos, diccionarios, o tal vez incluso a un intérprete para poder comprenderse. Ustedes sabrían que como están hablando idiomas distintos requieren de un modelo, de una interfaz, de un instrumento que les permita intercambiar sus ideas. Pero cuando hablamos “el mismo” idioma, solemos asumir que lo que decimos es entendido de igual manera por el otro y viceversa, lo cual no es necesariamente cierto. De hecho, he encontrado que muchos de los conflictos en las relaciones surgen por esta causa. Entonces, tómense un tiempo, para ponerse de acuerdo en qué significa cada una de estas palabras para ustedes, de hablar el mismo idioma, me refiero a palabras como amar, querer y enamorarnos. Pueden tomar el escrito que publiqué, o cualquier otro, incluso definirlo ustedes mismos, pero asegúrense de que emplean los mismos símbolos para señalar las mismas cosas.

Convergencia

Una vez hecho esto, pónganse de acuerdo entonces hacia dónde quieren ir, tal cual el ejemplo de la tripulación que está en una barca en el mar, si no se ponen de acuerdo y cada uno rema como le parece, lo más probable es que la embarcación no se mueva o lo haga en círculos. Siéntense tranquilamente, y que cada uno exponga con tranquilidad al otro, qué es lo que desea con una relación para que se aseguren luego de que están remando en la misma dirección.

Estadios de madurez

He hablado de este tema de las relaciones en varios post, por lo que de manera breve te digo que para que una relación sea saludable, quienes la conforman deben haber logrado la independencia mental y emocional y estar dispuestos a vivir la interdependencia. El Dr. Stephen Covey, cuya obra admiro profundamente, explica magistralmente en su libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” esto de los estadíos de madurez, él dice que el más bajo estadío de madurez es la dependencia, seguido de un estadío superior de dependencia y luego por el más alto de interdependencia. Si en una relación los miembros quieren que los otros satisfagan sus carencias o sus necesidades, entonces están destinados al fracaso (relación de dependencia), es lo que yo llamo una relación mercantilista, te doy esto a cambio de aquello. Si en una relación, los miembros son independientes, y deciden que desde su independencia desean compartir con otros, apoyarse, complementarse, entonces surge la sinergia, ninguno busca que el otro le dé algo que no tiene, sino que disfruta de la compañía del otro y por eso decide compartir con él o ella.

Visiones compartidas

Una vez superado esos pasos, luego comparen si lo que él desea y lo que tu deseas converge. Es decir, no necesariamente deben ser iguales las visiones para que haya una convergencia. Un ejemplo es, si tu deseo es la paz de tu región y el de él la paz de su equipo de futbol o la de su ciudad, entonces ambas visiones convergen. Si en cambio su visión es la de aplastar a sus enemigos y apoderarse de sus bienes y tu deseas dar todo a los pobres, entonces sus visiones divergen.

Amistad, la gran base

Supongamos que ya han superado el tema de las visiones, entonces pregúntense si la intimidad que comparten les es grata, teniendo como tal:l compartir socialmente, compartir con amigos y en privado, compartir situaciones complejas y desagradables, y compartir situaciones agradables o deseadas. Si es así, si suelen disfrutar el compartir, no dije siempre, si suelen pasarla bien, entonces puede decirse que son grandes amigos, lo cual es la base fundamental de toda relación. Si no son amigos, no intenten ser pareja porque no va a funcionar.

Relación de pareja

Lo que los convertirá en pareja, además de lo anterior, es que disfruten la intimidad sexual, si se gustan el uno al otro y disfrutan del encuentro íntimo, si es así, entonces ustedes forman una pareja. Cuando además de amigos, se sienten plenos y gozosos en la intimidad sexual, entonces la relación de pareja es completa.

Las deviaciones

En todo lo anterior, las desviaciones surgen del querer y del enamorarse (no voy a explicarlo aquí porque está ampliamente explicado en los otros post). Si ustedes llegaron hasta darse cuenta que comparten y están juntos desde la independencia porque así lo desean, si son amigos y se gustan,m les gusta intimar y se la pasan bien, entonces ustedes viven una sana relación. Si comparten porque uno le provee al otro o le suple algo que no tiene y viceversa, entonces no se aman, se necesitan, y de seguir así, eso los conduciría al fracaso. Fíjate que dije, “de seguir así”, lo cual implica que si no es así pero la pareja decide cambiarlo, mejorarlo, evolucionar, entonces juntos pueden transitar ese proceso de cambio hacia la interdependencia, que es cuando siendo independientes nos juntamos para lograr sinergia. Este proceso puede ser muy interesante y unir profundamente a la pareja, aunque ambos deben querer transitarlo.

La pareja como un espejo

Entre muchas cosas, la pareja es un espejo que nos permite conocernos mejor, en especial porque ella nos refleja desde lo más íntimo, en ella podemos apreciar aquello en nosotros que no somos capaces de ver de manera evidente. Si una pareja es interdependiente, los compañeros piensan más en qué aportar que en qué recibir (esto es una aspecto del amor). También aceptan que los compañeros no son perfectos, según su criterio de perfección, en caso de que lo tengan, pero los aceptan. Comprende también que él o ella misma no es perfecto, y que individualmente y en equipo, están trabajando para perfeccionarse, no como el otro quiere, sino como cada uno desea. Son diamantes que se tallan a sí mismos y juntos forman una joya que se va embelleciendo cada vez más. Este proceso, no tiene nada que ver con sentir emociones fuertes, mariposas en el estómago, o en pensar todo el día en el otro, tiene más bien que ver con el proceso de alquimia al que se somete el alma humana cuando nos dedicamos a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.

El amor

Para culminar, te recuerdo que el amor es la manifestación de la libertad absoluta, del libre albedrío, de la aceptación pura y perfecta. Por esta razón, no se apega a nada, todo lo suelta, no busca aprisionar ni retener, y esta libertad, ese desprendimiento, paradójicamente sostiene todo lo que vemos y lo que no vemos. Cada quien debe elegir su propio destino, hacer su propio camino, tomar sus propias decisiones. Si la decisión del otro, es seguir su camino por otro rumbo, entonces así debe ser. Si la decisión del otro es acompañarnos, y nosotros así lo queremos también, entonces así será.

Lornis Hervilla © 2015